La importancia del trazado en el diseño de obra lineal

En todo proyecto de obra lineal, ya sea una carretera, una línea de ferrocarril o una canalización, la definición del trazado es el eje vertebrador que condiciona totalmente el diseño del resto de elementos que comprenden la obra que se pretende proyectar.

Así, cualquier modificación en la definición del eje en planta, alzado o sección transversal implica, de manera inevitable, la consecuente adaptación del resto de elementos, en tanto que debe mantenerse la coherencia entre todos los apartados y documentos.

Todo lo expuesto anteriormente nos lleva a la conclusión que en la definición del trazado deben tenerse muy presentes no sólo los condicionantes técnicos impuestos por la normativa a aplicar en cuestión, sino también los diferentes condicionantes que determinan las definiciones en otros aspectos del proyecto: geológicos, urbanísticos, hidráulicos, medioambientales,...

Por otro lado, y hoy en día más si cabe, los márgenes de beneficio en la redacción de proyectos de obra lineal son escasos, puesto que el producto que se ofrece es el propio proyecto. Únicamente puede "salvarse" el trabajo contratado si se ajustan los tiempos de producción, se coordinan adecuadamente los diferentes departamentos que intervienen y se sistematizan los procesos.

Toma así aún más relevancia el hecho que la definición del trazado sea adecuada, para de esta manera reducir los tiempos de trabajo de los diferentes equipos, la posible repetición de los mismos y por tanto los gastos del proyecto.

Un trazado mal definido o poco estudiado puede conllevar incluso la necesidad de repetir los trabajos iniciales de todo proyecto, como son la elaboración de cartografía o la campaña de prospecciones geológico-geotécnicas del corredor.